Para nuestra estancia, habíamos alquilado un apartamento de una habitación, no lejos de la Estación Central de Milán.
Ésta era un área que nunca antes me había tomado el tiempo de explorar. Ahora que nos quedábamos allí, me cambié rápidamente de ropa, y me aventuré a ver qué había a nuestro alrededor.
La Iglesia Ortodoxa Rusa de San Nicolás Lazzaretto, o la Biserica Ortodoxa Sfantul Nicolae Lazzaretto, es una iglesia encantadora que me llamó la atención, con el elaborado crucifijo de madera tallada que se encuentra fuera de su portón.
No pasó mucho tiempo antes de que me encontrara frente a la Porta Venezia, o la Porta Orientale, como solía ser conocida. Éste es uno de los antiguos portones de la ciudad. Tal y como la vemos hoy en día, la estructura se remonta a 1827. Un portón más antiguo existía antes en el lugar de la estructura actual, la original siendo parte de las antiguas murallas romanas que rodeaban la ciudad.
En la intersección de Corso Venezia y Via Borghetto, se encuentra la columna con el Crucifijo de San Dionigi.
Para mí, una de las más deliciosas sorpresas que ofrece Milán se encuentra en los jardines, detrás de la Villa Invernizzi. En la esquina de Vía Serbelloni, entre Corso Venezia y Vía Cappuccini, se encuentra el jardín vallado. ¡Echele un vistazo a través de la cerca, para ver un grupo de hermosos flamencos rosados de verdad! El edificio solía ser el hogar de Cavalier Invernizzi, quien tenía los antepasados de las aves que vemos hoy en día, importadas de Chile y África. La Fundación Invernizzi, que ahora ocupa el edificio, cuida de los pájaros hasta el día de hoy.
La Chiesa di San Vito en Pasquirolo data de 1621. La iglesia fue construida sobre el sitio del antiguo Frigidarium, que era parte de las Thermae Herculianae, o los Baños de Hércules.
Como teníamos un poco de jet lag, decidimos tener una cena ligera, básicamente una bebida y algo de focaccia, en un gran café-bar llamado Ca'puccino. Recomiendo mucho este lugar para tomar una copa antes de la cena, o como hicimos nosotros, para una comida ligera. Por el precio de su bebida, la focaccia está incluida, y se hace fresca por encargo. ¡Todo estaba delicioso, y era justo lo que necesitábamos para terminar nuestro primer día en Milán!
A continuación: ¡Buscamos más de las pequeñas sorpresas de Milán!
Nota: Este blog está escrito en inglés y en español, y el autor no se responsabiliza por la calidad de cualquier otra traducción que pueda aparecer. Si ha disfrutado de este post, por favor, revise nuestros archivos para más publicaciones de Milán, así como de otros destinos italianos. ¡Grazie!