Cada vez que camino a través del centro storico, o centro histórico, de un pueblo italiano, me siento como si me hubieran llevado atrás en el tiempo. ¡Y Gaeta no es una excepción! 
Cerca de la Catedral, se encuentra el Palazzo Arcivescovile.
Un poco más abajo, por la Via Bausan, se encuentra la Iglesia de San Giovanni Evangelista a Mare. Esta iglesia data del siglo XII. 
Si bien podría ser tentador ahorrarse la energía, y permanecer a nivel del mar, me pareció que definitivamente valía la pena el esfuerzo, para subir a la cima de la ciudad. A medida que uno navega por los diferentes niveles de las calles y las escaleras, se encuentra recompensado con perspectivas diferentes y hermosas, que no habría tenido si se quedara abajo. Se dará cuenta de cosas que no habría sido capaz de ver desde abajo, y esto sólo hace que su visita sea más memorable y agradable. 
Cuanto más alto subíamos, mejor se veía el panorama.
En la parte superior de la ciudad, se encuentra el Castello Aragonese-Angevine. Esta masiva estructura defensiva realmente se compone de dos edificios, que fueron construidos en diferentes períodos. La parte inferior es el Castillo Angevine, que data del siglo VI. La sección superior es el Castillo Aragonés, que fue construido bajo Carlos V. Hoy en día, permanece bajo el control de los militares, y está cerrado a los visitantes. 
En nuestro lento transcurso de vuelta al hotel, pasamos por la Galería de Arte Contemporáneo de Gaeta. Estaba cerrado a esa hora, por lo que no pudimos entrar, pero hice una nota de ello, para nuestra próxima visita.
En el mismo extremo de la ciudad, en lo que una vez fue un fuerte, está la Scuola Nautica. 
La Pinacoteca Comunale, o galería de pinturas, también estaba cerrada. 
Después de un breve descanso, y un cambio de ropa, salimos por la noche. Cenamos en un lugar que recomiendo mucho: "La Tana di Cagliostro". Es un menú establecido, así que todos comen lo mismo. No obstante, se sirven aproximadamente ocho o nueve platos, y el costo, en el momento de nuestra cena allí, fue de €25.00 por persona, que incluía todas las bebidas (agua embotellada, vino, bebidas después de la cena, y café o té), así como postre. Todos los sabrosos platos estaban centrados alrededor del pescado, que era fresco y delicioso. Pasamos un momento maravilloso, y anhelamos volver allí algún día.
A continuación: ¡Nos dirigimos al otro lado de la bahía, a la encantadora ciudad de Formia!
Nota: Este blog está escrito en inglés y en español, y el autor no asume ninguna responsabilidad por la calidad de cualquier otra traducción que pueda aparecer. Si ha disfrutado de este post, por favor, revise nuestros archivos para publicaciones adicionales de Gaeta, así como otros destinos italianos. ¡Grazie!